Opositando cuentan tanto tus aciertos como tus errores, una mala planificación, calibrar mal tus fuerzas, no descansar lo necesario, pueden ser el punto clave para alcanzar o no tus objetivos.
Toma nota de estos diez errores que nunca debes cometer y el camino será más sencillo.
- No te decidas a opositar por la opinión de otra persona, opositar es una decisión personal y muchas veces puramente vocacional.
- No estudies para “sacar un cinco”, esto es una competición, no es suficiente pasar, hay que ganar.
- El descanso es tan importante como las horas de estudio, si estás cansado no rendirás.
- Surgirán piedras en tu camino, suspenderás, perderás la fe, no tires la toalla a la mínima, esto es una carrera de fondo
- Tu organización es la clave: planifica tanto tus horas de estudio como tu descanso, ponte horarios y plazos y cúmplelos.
- No subestimes las pruebas ni la preparación de otros opositores.
- Haz algo de ejercicio físico, yoga, correr, lo que te guste o estés acostumbrado. Te ayudará a fortalecerte, a despejarte y a concentrarte.
- No des un tema por sabido con una lectura o unas horas de estudio. Déjalo y vuelve sobre él más adelante. El repaso es fundamental para fijar conocimientos.
- No escuches opiniones de quien nunca ha opositado o no sabe nada del proceso en el que tú estás metido. Frases como ¿tantos años cuesta sacarla? o ¿tantas horas tienes que estudiar? o total por no estudiar este domingo, no te aportan nada más que desaliento.
- Adapta la técnica de estudio al tipo de examen, no es lo mismo preparar un test que un tema que una exposición oral.
Y como siempre, considera dejarte asesorar por profesionales, su experiencia te hace ganar tiempo…