Elegir una oposición
Cómo acertar a la hora de elegir una oposición
Ya lo has decidido, quieres trabajar en la Administración pública, lo tienes claro, ahora… qué oposición elegir?
Una elección acertada puede ser un importante tanto por cien en el éxito del camino que emprendes.
Lo primero, tu eres el que mejor te conoces, qué te gusta? tienes alguna clara vocación? ten en cuenta que hay procesos selectivos para los que es necesaria una firme vocación y si no la tienes, no empieces ese camino.
Busca un proceso selectivo que se adapte a tu perfil, que tenga algún vínculo con tus estudios, experiencia laboral o preferencias personales.
No olvides tus circunstancias personales: edad, estado físico, tiempo que puedes dedicarle, apoyos, urgencia en avanzar en el proceso, tu propio carácter, cualquiera de esas claves puede ser decisiva en el éxito o el fracaso.
Si tienes titulación universitaria puedes optar por dos caminos: preparar unas oposiciones de perfil más bajo a tu titulación académica y utilizar los procesos de promoción interna para ir ascendiendo en el escalafón u optar por oposiciones de grado A1 y A2, que no te asusten los temarios más largos y complicados, a mayor dificultad menor demanda.
Las oposiciones las convocan diversos organismos, por lo que pueden estar asociadas a la administración del estado, de las comunidades autónomas o de la administración local. Cada uno tiene un proceso selectivo concreto y requisitos particulares. Si no estás dispuesto a la movilidad geográfica, elige unas oposiciones de la administración local, si por el contrario, esto no es un inconveniente para ti, sino un aliciente, tus posibilidades se amplían.
Existen 3 tipos de procesos selectivos:
Oposición: Compuesta por un examen o varios de cuya nota o de la media de los distintos ejercicios obtendrás la puntuación para acceder a la plaza.
Concurso: Valoración de méritos que vienen descritos en la convocatoria (experiencia laboral en puestos similares, cursos y formación relativa al puesto que se oferta, idiomas, otros méritos)
Concurso – Oposición: Es la combinación de ambos y es lo más común.
Una vez hayas decidido el campo por el que vas a decantarte, lee detenidamente la o las convocatorias, las más actuales, que puedes obtener en el BOE, en los boletines provinciales o en los diarios oficiales.
Para completar tu currículum, entérate de qué se valora en los méritos, cuántos puntos suman e intenta conseguir los más accesibles.
Consulta el histórico de ese proceso selectivo, pues los datos de anteriores convocatorias pueden ayudarte en tu decisión, por ejemplo la ratio plazas/aspirantes, piensa que a más plazas ofertadas también crece mucho el número de opositores, lee cómo va a ser el proceso, qué se va a valorar, entra en los foros, consulta los mensajes de otras personas en tu situación, recopila la información recogida por academias, blogs de opositores, páginas web de los organismos e instituciones que las convocan, te ayudará a valorar con realismo las posibilidades.
Otro punto fundamental es la frecuencia de convocatoria, fundamental a la hora de diseñar tu plan de estudio.
Consulta las retribuciones del puesto y valora si se corresponde con tus expectativas.
Sé realista a la hora de valorar tu perfil, tu experiencia y tu capacidad de sacrificio, una oposición es un proceso muy duro.
Mentalízate de que lo normal no es aprobar en la primera convocatoria, por tanto puede suceder que suspendas , que eso no te lleve a abandonar, porque una gran parte del camino lo llevas hecho, persevera.
Valora, sobre todo, tu convencimiento a la hora de emprender este camino, que a pesar de tener apoyos (o no), de ir a una academia o de prepararte con alguien, es duro y solitario y está plagado de sacrificios. No te presentes por si acaso, si apuestas, ve a por todas, aquí no se estudia para pasar un examen, se estudia para ser el mejor.